Tema # 19 Comulgar es Compartir.
Llegaremos a la Meta:
Al continuar este camino hacia la Cena del Señor, comprenderemos que al comulgar nos unimos íntimamente con las Santísima Trinidad y que al acercarnos a la comunión lo debemos hacer con devoción y respeto.
Cantemos al Señor:
Hablemos con Dios:
¡Qué alegría, Señor Jesús, porque ya se acerca el día de nuestra Primera Eucaristía! Gracias Buen Amigo por reunirnos en tu nombre para prepararnos a este gran encuentro. Hoy, con mucha devoción te pedimos nos sigas acompañando y derramando sobre nosotros tu Espíritu de amor, para que comprendamos lo importante de recibir la Eucaristía para vivir nuestra vida como verdaderos discípulos tuyos. Amén.
1. ABRAMOS LOS OJOS.
Acerquemos al siguiente video para introducirnos rápidamente a la experiencia real de la Eucaristía.
2. ESCUCHEMOS A DIOS
Busca en tu Sagrada Escritura la PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS 11, 20-29. Léelo atentamente y responde:- ¿Por qué Pablo dice que la reunión de los Corintios no es la Cena del Señor?
- ¿Qué reclamos hace Pablo a los Corintios?
- ¿Qué les recuerda con insistencia?
- ¿Qué se hace siempre que se come el pan y se bebe el cáliz?
- ¿Qué hace quien come el pan y bebe el cáliz indignamente?
- ¿Qué debemos hacer antes de comer el pan y beber el cáliz? ¿Por qué?
- ¿Qué opinas del problema de la comunidad de los Corintios? ¿Por qué?
3. GUARDEMOS EN EL CORAZÓN
San Pablo, en el texto, nos ayuda a comprender que la Cena del Señor es un encuentro de hermanos que se reúnen para compartir. Porque la Eucaristía es una comida, pan y vino que son transformados por el sacerdote en la consagración, en memoria de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Al comulgar, comulgamos con el Cuerpo de Cristo. - Cómo comulgamos.
Nosotros en la Eucaristía comulgamos o vivimos la comunión con Dios y los hermanos de dos maneras: una, al escuchar con atención la Palabra de Dios que nos habla y la otra, con el Pan consagrado o la Hostia. En la mesa de la Palabra, Dios nos habla y nosotros comulgamos escuchando y haciendo nuestra profesión de fe y en la mesa de la Eucaristía Dios se nos da como alimento a través del Pan y del Vino y nosotros comulgamos comiendo.
- Cuándo podemos comulgar.
Cada vez que vamos a la mesa del Señor debemos procurar presentarnos limpios y decorosos tanto externa como interiormente, porque allí no vamos a estar solos sino en familia, en comunidad y su propósito es compartir. A ejemplo de Jesús que tomando el pan y el vino lo bendijo y repartió. Para participar plenamente de esta Cena debemos estar preparados. En la mesa de la Palabra podemos participar todos, pero en la mesa de la Eucaristía, cuando vamos a comer el Cuerpo de Cristo, sólo lo pueden hacer aquellos que estén sin pecado, en paz con Dios y con los hermanos.
Si nosotros comulgamos y seguimos siendo egoístas, desobedientes, groseros, mentirosos.., no estamos haciendo lo que Dios nos pide, al contrario, lo estamos ofendiendo. Cuando los discípulos de Jesús comulgaron con su Cuerpo y con su Sangre, su vida se transformó. De igual manera, nosotros como discípulos de Jesús nos alimentamos con su Cuerpo y con sus Sangre para transformar nuestra vida y la vida de nuestra familia. (CEC 1385 ss).
- Para qué comulgar.
Cuando Jesús le dio su Cuerpo a los discípulos, les entregó con él la misión de ser verdaderos hijos del Padre que está en el cielo, la de ser buenos hermanos, es decir, le ordenó amar como él amó, perdonar, comprender, servir.., en una palabra, les mandó compartir durante toda su vida. Por eso, cuando comulgamos y decimos "así sea" o "amén" estamos diciendo a Jesús que nos comprometemos a hacer lo Él nos pide. Y eso es precisamente lo que nosotros hacemos al prepararnos para ser discípulos misioneros en comunión con Él (CEC 1392 ss).
- Cómo recibirlo.
Lo debemos recibir con alegría y gran deseo, expresado con gestos, por ejemplo: cantando mientras comulgamos, caminando con respeto y devoción cuando nos acercamos a Él, al ubicar la mano izquierda sobre la derecha para que el sacerdote coloque la Hostia en nuestras manos o en la boca. Al tomar el Cuerpo de Cristo decimos convencidos: Amén. Si hemos recibido la comunión en la mano, se comulga con la mano derecha inmediatamente se reciba.
La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en el Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al prójimo. Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales para el futuro.
Finalizamos con este video:
tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=JTYcweQNQmI
4. VIVAMOS CON ALEGRÍA
Redacta en un texto de 10 líneas en donde respondas el por qué deseas recibir la Primera Comunión, ¿Qué personas deseas que te acompañen?, ¿Qué es lo más importante?, y ¿Cómo deseas vivir esa experiencia de encuentro con Jesús?5. CELEBREMOS NUESTRA FE
Aprendo de memoria la siguiente oración
6. NUESTRO PEQUEÑO TALLER
- En una hoja en blanco, dibuja qué es comulgar, según la catequesis de hoy.
- Escribe frente al dibujo la frase que más te gustó del Texto Bíblico.
- Divierte con una sopa de letras.
7. RECUERDA
Para hacer una buena Comunión son necesarias tres cosas:- 1ª, estar en gracia de Dios;
- 2ª, guardar el ayuno debido;
- 3ª, saber lo que se va a recibir y acercarse a comulgar con devoción.
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