TEMA #15. Y SE QUEDARON CON ÉL
Llegaremos a la meta:
A medida que desarrolles este encuentro podrás ir comprendiendo: 1) que todo hombre debe hacer opciones en la vida para realizarse plenamente como persona; 2) que la vida cristiana es una vocación que exige una opción libre y consciente; 3) que la vida cristiana nos ofrece vocaciones específicas donde nos podemos realizar plenamente como personas e hijos de Dios.
Cantemos:
1. EN SINTONÍA:
Les vas a preguntar simplemente:
- ¿Cómo nació su vocación? (bien sea se sacerdote, o de casado o de catequista?
- ¿Por qué cree que Dios lo llamó a eso específicamente?
- ¿Cómo ha respondido usted?
Anota los elementos más esenciales de sus respuestas.
2. ESCUCHEMOS A DIOS:
Busca en tu Sagrada Escritura el EVANGELIO DE JUAN 1, 35-50. Léelo con calma, detenidamente y meditado. Luego responde:
- La frase que más te haya llamado la atención.
- Verbos que más se repiten en el texto.
- La idea central del texto.
Mira este vídeo sobre el Evangelio.
3. PARA PROFUNDIZAR:
Nadie sigue a alguien sin motivos. Los Apóstoles por ejemplo, siguieron a Jesús porque reconocieron que Él era el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, el Mesías, el Cristo. Así mismo el cristiano no sigue a cualquiera, sino al Señor. Él es quien llama a cada uno con un sígueme. El llamado (vocación) nos viene de Él y por la fe lo reconocemos como el Señor que nos salva y en consecuencia le seguimos.
La vocación nace de una experiencia
El llamado de Dios es una experiencia común en todo cristiano. Dios se hace presente en nuestra vida, en las cosas cotidianas, en la amistad, en la soledad, en el compartir con los demás. Aquí cuando uno menos piensa, Dios nos llama, nos cuestiona, y nosotros sin resistencias damos una respuesta que siempre nos lleva a vivir en el servicio a los demás.
Dios llama a todos
Dios llama a todos, pero no todos tomamos enserio esa llamada. Esa búsqueda constante que Dios nos hace para que sigamos según su voluntad, es lo que llamamos vocación. Entendida así, esta palabra no sólo significa llamada a la vida religiosa o a la vida sacerdotal, sino el llamado a vivir según el querer de Dios en el servicio a los demás.
Dios, nos muestra muchos caminos, en esta llamada, unos en la consagración total a Él en la vida religiosa, o en el sacerdocio, otros en la consagración de servicio en los ambientes culturales y medios donde vivimos. Pero sin duda, la primera vocación a la que debemos responder es a la de ser verdaderos cristianos.
Desde la experiencia profunda de cada uno, muchas personas se sienten llamadas a poner a Dios como centro de sus vidas. Esta llamada (vocación) es un don de Dios, pero también una tarea que debemos realizar si queremos ser fieles a la voluntad del Señor.
Este llamado de Dios es una invitación a vivir en su presencia según el modelo de Vida de su Hijo Jesucristo. Esto significa, que debemos ser discípulos de Jesús, recorriendo como Él el camino de la intimidad total con Dios Padre y de servicio to0tal a los hermanos. Esta es una invitación de Dios para todos.
Ser cristiano por tanto es seguir a Jesucristo, es convertirse al Señor, vivir conforme al Evangelio y estar dispuesto a ofrecer su vida por la causa de Jesús. Ser cristiano es vivir en comunidad, en familia, y la familia de Dios es la Iglesia. Ser cristiano es vivir bajo la fuerza y la acción del Espíritu Santo. Este Espíritu es don de Dios que nos consagra para ser testigos de Cristo en el mundo. Ser cristiano es ante todo, dar testimonio de la Pascua de Jesús obedeciendo a Dios antes que a los hombres.
¿Cómo vivir la vocación?
Jesús al consagrar y formar a sus discípulos nos da ejemplo de cómo vivir este llamado:
- Aquel que acepta el "sígueme" de Jesús, debe dejarlo todo, entendiendo todo aquello que nos separa de Él y de su misión.
- Debe vivir en comunión íntima con Él, porque las ramas sin el tronco se secan y no dan fruto.
- Al aceptar su llamado aceptamos también la tarea de anunciar la Buena Noticia de la llegada del Reino, especialmente entre los pobres.
- Este anuncio fundamentalmente se debe hacer en el servicio desinteresado y permanente.
- Asumir el "sígueme" de Jesús, es una invitación a vivir en continuo Pentecostés, es decir, a ser dóciles a la acción del Espíritu Santo que nos impulsa con sus dones a ser testigos.
Confirmar nuestra vocación
Al prepararnos para celebrar el Sacramento de la Confirmación, debemos tomar conciencia de que vamos a empezar una etapa de madurez en nuestra fe. Seremos adultos y debemos asumir nuestras responsabilidades en nuestra comunidad cristiana. Estamos en un momento decisivo de nuestra vida de fe y estamos llamado a optar libremente por algunos caminos que el Señor Jesús nos ofrece, a través de su Iglesia.
Terminemos con el siguiente vídeo:
4. ACTUEMOS:
1) Averigua con tus padres cómo eras cuando naciste y tus primeros años (porque obviamente aún no tenías conciencia ni memoria para recordarlo por ti mismo)
2) Tu actual: lo que eres ahora y cómo te identificas.
3) Lo que serás: tus sueños, proyectos, dónde estarás, qué estarás haciendo, etc..
Es la historia de tu vida a modo de biografía.
5. CELEBREMOS NUESTRA FE:
Busca en tu Biblia el Evangelio de san Juan capítulo 17. Es conocido como la oración sacerdotal de Jesús.
Cuando la tengas, busca un lugar aislado donde nadie te distraiga y haz tu oración pidiendo por aquellos que consagran su vida a Dios en el servicio a los demás.
6. MANOS A LA OBRA:
Te invitamos a que participes este fin de Semana de la fiesta de Pentecostés. Averigua con tu catequista el horario para que puedas participar de la celebración al Espíritu Santo.
Bendecida semana para todos.
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