TEMA #9. ENCUENTRO DE AMOR
Llegaremos a la meta:
Al terminar este encuentro, tú podrás haber comprendido: 1) qué es la conversión del pecado y cuáles son sus exigencias; 2) la importancia de estar en actitud de conversión permanente; 3)que la conversión debe darse en nuestra vida diaria.
Cantemos al Señor:
Hablemos con Dios:
Señor Jesús, en este momento queremos darte gracias porque nuevamente nos reúnes en tu nombre para escuchar tu Palabra y para conocerte un poco más. Te pedimos derrames sobre nosotros tu Espíritu, para que este mensaje que hoy nos comunicas, penetre nuestro corazón y nos impulse a cambiar y transformar nuestra vida, comportándonos como verdaderos discípulos misioneros tuyos. Amén.
1. ABRAMOS LOS OJOS:
Invita a tu familia a realizar la siguiente actividad: vas a tomar algo de cada uno de ellos (un bolso, un cepillos, una corbata, en fin, lo que te quede mejor) y lo vas a esconder en otra parte de la casa. Luego invitarás a que cada uno busque ese objeto. El ideal es que les quede difícil de encontrarlo.
Una vez ya todos hayan encontrado su pertenencia, pregúntales ¿Qué les pareció difícil hacer para poder encontrarlo? y también ¿Cómo una persona puede perder y encontrar en su vida nuevamente la fe?
Escribe sus respuestas en tu cuaderno.
2. ESCUCHEMOS A DIOS:
Busca en tu Biblia el EVANGELIO DE LUCAS 15, 1-7. Léelo muy detenidamente y luego responde:
- ¿Qué personajes aparecen en el texto?
- ¿Qué hace cada uno de ellos?
- ¿Qué dijo Jesús a la gente?
- ¿Qué hace la persona cuando se le pierde la oveja?
- ¿Qué hace cuando la encuentra?
- ¿Qué dice Jesús que habrá en el cielo? ¿Por qué?
Complementa lo anterior con este vídeo:
3. GUARDEMOS EN EL CORAZÓN:
El Evangelio siempre nos presenta a Jesús en una actitud de acogida hacia los pecadores, aquellos que habiéndose alejado de Dios quieren volver a Él. Como a la oveja perdida, Jesús sale a su encuentro y celebra una fiesta porque los ha recuperado para Dios. Esta actitud de Jesús, llena de misericordia, provocó el regreso de muchos que se habían alejado de la casa del Padre.
Qué es la conversión del pecado
La conversión es una invitación seria de Dios para que abandonemos nuestra manera egoísta de pensar, sentir y obrar; y empezar a sentir, pensar y obrar como lo hace un verdadero hijo suyo. Es seguir el ejemplo de Jesús, que obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz. Porque sólo por este camino se puede llegar al encuentro con Dios y con los hermanos; dicho de otra forma, es el camino seguro para llegar a la reconciliación. La conversión entonces, es un camino lento de cambio, pero no de cualquier cambio sino de uno que llegue hasta la raíz del mal que lo ha hecho perder de camino. "El punto de partida del camino de conversión es la iniciativa divina de misericordia: Dios es siempre el primero en tender la mano; la balanza siempre se inclina por parte de su bondad".
Pero para que la conversión sea posible, se necesita que el hombre se reconozca pecador, necesitado de la misericordia de Dios. La actitud lleva de echo a buscar a Dios, ha humillarse delante de Él. Por eso la conversión traduce la idea de cambiar de rumbo, de echar marcha atrás, de rehacer los pasos. Como lo hizo el hijo pródigo cuando reconoció su culpa y se puso en camino hacia la reconciliación.
El camino de la reconciliación
La reconciliación es un encuentro de amor con Jesús vivo, quien sigue calmando la sed, sanando y dando vida al ser humano que reconoce su necesidad de Dios, su vacío interior y su esperanza de ver cada día mejor.
La reconciliación es la fiesta de regreso, del cambio, del perdón. Es la fiesta que celebra la misericordia de Dios en quienes impulsados por su amor deciden volver para vivir en comunión con Él y los hermanos. La reconciliación es un encuentro de conversión en el que Dios entra en la vida del Ser humano para hacerle más hijo suyo y mejor discípulo de su Hijo Jesús; Al mismo tiempo para permitirle experimentar su gran amor de Padre. Pero no podemos olvidar que este camino de conversión y reconciliación no es solo personal, sino social y comunitario, porque así como un pecado afecta a los otros también mi deseo de ser mejor ayuda a los otros. Es necesario cambiar mi manera de pensar, sentir y actuar, primero con mis hermanos y luego vivir plenamente mi reconciliación con Dios.
Vino a salvar lo que estaba perdido
Jesús el Hijo obediente de Dios, nos invita continuamente a vivir este proceso de conversión, que en Él significa acoger la buena noticia del amor, de la adopción como hijos del mismo Padre y en consecuencia de la fraternidad. Jesús manifiesta esta bondad y misericordia cuando dice: "El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido". Por eso también declara: "Hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión".
Nosotros, que nos preparamos para encontrarnos con Dios en Jesús Eucaristía, debemos empezar este camino de regreso al amor del Pare. Como discípulos estamos llamados por el mismo Maestro a cambiar el rumbo de nuestra vida y empezar a vivir, amar, perdonar y obrar como Él lo hace. Así caminaremos como personas nuevas en este mundo.
Terminemos este punto con este vídeo:
4. VIVAMOS CON ALEGRÍA:
Cambiar es encontrar y dejarse encontrar. Así que te invitamos a que hagas algo muy sencillo. Vas a hacer una sopa de letras con mínimo unas 12 palabras para que otra persona ya sea familiar, amigo, vecino, las encuentren. Cabe resaltar que las palabras las vas a sacar de lo que leíste y aprendiste en el numeral anterior (GUARDEMOS EN EL CORAZÓN). Nota: No se te olvide enviarle foto de esa sopa de letras a tu catequista.
5. CELEBREMOS NUESTRA FE:
Tómate un buen momento de silencio en donde pienses y reflexiones sobre: 1) Cómo ha sido tu vida con Dios; 2) Cómo han sido tus relaciones, tus tratos y comportamientos con tu familia y amigos; 3) cómo es tu relación contigo mismo(a). Después de eso escribe una oración al Señor en donde le digas qué cosas quieres que Él te ayude a cambiar.
6. NUESTRO PEQUEÑO TALLER:
Charla con tu familia de lo que has logrado aprender en este encuentro. E invítalos a todos para que puedan hacer entre sí compromisos de perdón.
Buena Semana para todos.
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