CONSAGRADOS PARA SER TESTIGOS. Confirmación. Tema #13.
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TEMA #13. HAY QUE NACER DE NUEVO
Llegaremos a la meta:
Nos seguimos preparando para recibir el Sacramento de la Madurez Cristiana, por eso al ir avanzando en este tema tú podrás comprender: 1) que el Bautismo nos hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia; 2) la necesidad de renovar constantemente nuestro bautismo; 3) que por el Bautismo recibimos la misión de ser testigos de Jesús.
Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones y enciende en nosotros el fuego de tu amor. Envíanos, Señor tu Espíritu de amor... Y las cosas serán creadas y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios que has dado a los seres humanos la gracia de ser tus hijos por el nacimiento del agua y del Espíritu, te pedimos nos concedas la capacidad de valorar nuestro bautismo y de renovar los compromisos que un día nuestros padres y padrinos hicieron en nombre nuestro. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
1. EN SINTONÍA:
La siguiente actividad la puedes hacer de dos maneras: 1) O buscando vídeos en internet, 2) o acercándote a tu parroquia y preguntándole a uno de los sacerdotes.
¿Qué es el Bautismo?
¿Cómo se celebra un Bautismo?
¿Cuáles son los signos visibles del Bautismo?
2. ESCUCHEMOS A DIOS:
Busca en tu Sagrada Escritura el EVANGELIO DE JUAN 3,1-8.Léelo detenidamente y luego responde:
Jesús insistió a Nicodemo, hombre religioso y preocupado por conocer las cosas de Dios, que hay que nacer de nuevo. Así como recibimos vida según la carne, experiencia, sabiduría, bienestar; también necesitamos recibir la vida de hijos de Dios por el Espíritu.
Renacer del agua y del Espíritu es iniciar una vida de amistad profunda con Dios. El agua nos limpia y purifica, y el Espíritu nos infunde aliento divino. Es una razón importante por la cual debemos comprender correctamente qué significa el Bautismo, renacer del agua y del Espíritu, ahora que deseamos confirmar nuestra fe.
¿Qué es el Bautismo?
El Bautismo es el primero de los sacramentos. Junto con la Confirmación y la Eucaristía forman lo que llamamos Sacramentos de Iniciación Cristiana. A través del Bautismo nacemos a la vida de Dios, gracias a él podemos en el Espíritu llamar Padre a Dios. Por el Bautismo entramos a participar de la Nueva Alianza realizada por Jesús, con su muerte y resurrección.
Hijo de Dios, miembros de la Iglesia
El Espíritu Santo que se nos comunica en el Bautismo nos hace hijos de Dios y hermanos de Cristo, miembros de la Iglesia. Así como un niño necesita de los padres y de una familia que lo ayude a crecer, también el que nace de la vida divina por el Bautismo, requiere de una familia que lo ayude a crecer y a sostenerse en la fe que ha recibido; es lo que hace la Iglesia con el que ha sido bautizado.
El Espíritu Santo nos une a Cristo y nos despoja del "hombre viejo" para revestirnos del #hombre nuevo", es decir que el Bautizado ha sido revestido de Jesucristo y por eso queda unido a su cuerpo que es la Iglesia.
Pro el Bautismo hemos sido consagrados discípulos de Cristo, aquedando así vinculados a todo aquello que nos compromete en la fe: a la misión de la Iglesia. El Bautismo no es un acontecimiento de nuestra vida pasada; estamos llamados a vivirlo en el presente y ordinario de nuestra existencia.
Bautizados en el Espíritu
"Yo bautizo con agua, pero viene el que es más fuerte que yo... Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego", decía Juan el Bautista. Nosotros hemos sido bautizados con el mismo Espíritu de Jesús, por lo tanto, hemos recibido el Espíritu mismo de hijos de Dios. El que ha sido ungido por el Espíritu de Dios tiene la misma misión de Jesús.
Jesús se presentó a l Jordán con la multitud de los pecadores. Juan se niega a bautizarlo, pero Jesús insiste, ante lo cual Juan simplemente obedece.
Al sumergirse con el pueblo en las aguas del Jordán, Jesús se muestra como el nuevo Moisés que realiza todas las aspiraciones y esperanzas de su pueblo. En su persona, Dios ofrece al nuevo pueblo la posibilidad de participar de su propia vida. Al bajar sobre Jesús el Espíritu Santo llena del poder de Dios. el Mesías anunciado está listo para comenzar su gran misión.
El significado del Bautismo de Jesús lo podemos sintetizar así:
Jesús comienza su misión, anuncia el Reino, se hace profeta.
Jesús no es un hombre cualquiera, es Hijo amado de Dios.
Sin tener pecado se pone al nivel de los pecadores, por solidaridad, se hace hermano y servidor.
El Espíritu de Dios lo impulsa a tomar el camino del sufrimiento para realizar su misión salvadora a través de la locura de la Cruz. Él es la víctima y el sacerdote al mismo tiempo.
Nuestro Bautismo
Si el Bautismo para Jesús es la presentación oficial que Dios Padre hace sobre su Hijo y el inicio de su misión, para nosotros que creemos en Él "el Bautismo es el fundamento de nuestra vida cristiana, la entrada a la vida del Espíritu". Por el Bautismo somos liberados del pecado, purificados por el agua y regenerados como hijos de Dios para que lleguemos a ser miembros de Cristo e incorporados a su Cuerpo la Iglesia para participar plenamente de su misión.
Por el Bautismo, nuestro cuerpo se convierte en templo del Espíritu Santo y nos impulsa por el mismo Espíritu a ser como él, santos. es verdad que, sin el nacimiento biológico el ser humano no puede existir, lo mismo sucede con el Bautismo, sin él no podemos participar plenamente del Reino de Dios, porque se trata de nacer de arriba, del Espíritu.
Así, por el Bautismo, somos miembros del cuerpo de Cristo, porque en las fuentes bautismales nace el único pueblo de Dios, el pueblo de la nueva alianza que trasciende todo límite natural o humano, toda cultura, raza y sexo. Por el Bautismo, el Espíritu Santo pone en nosotros un sello imborrable que nos identifica con Cristo, y como Él, hemos sido ungidos por el Bautismo para cumplir la misión de ser profetas, sacerdotes y reyes.
Signos del Bautismo
El Bautismo por ser un signo busca a través de elementos tangibles expresar los misterios de Dios que se realizan en él. Todos los elementos que componen este signo son importantes. Veamos:
El nombre: Al comienzo del rito bautismal, el ministro pregunta el nombre con que será llamado el candidato; cuando nuestro nombre es pronunciado en la comunidad, somos acogidos como hermanos; y para indicar nuestra pertenencia a Cristo se nos marca con la señal de la Cruz.
La Cruz: significa la impronta o firma de Cristo sobre el que va a pertenecer a Él. Pertenecemos al que nos ha redimido con su muerte en la Cruz.
El Aceite: cuando en el pueblo de Israel alguien era escogido para una misión especial: sacerdote, profeta o rey, se le derramaba en la cabeza el óleo como señal de que había sido escogido. En el Bautismo este aceite significa el don del Espíritu Santo que es fortaleza y resistencia. Por esta unción el bautizado queda consagrado como rey, sacerdote y profeta del pueblo de Dios.
El Agua: el agua bautismal es consagrada mediante una oración de invocación al Espíritu Santo. La Iglesia pide a Dios a través de Cristo, el poder del Espíritu Santo a fin de que los que sean bautizados con ella "renazcan del agua y del Espíritu". No es causal que se bautice con agua; también Cristo fue bautizado con agua. El agua simboliza la vida nueva; en Él se nos comunica la vida de Dios.
La Vestidura blanca: simboliza que el bautizado se ha revestido de Cristo. El color blanco es símbolo de Paz; en la liturgia el color blanco de los ornamentos aparece la noche de Pascua, simbolizando la victoria de Cristo sobre la muerte; resucitamos con Cristo a una vida nueva. Este color simboliza también la pureza. El bautismo ha sido purificado.
La Luz: el cirio que se enciende tomando la luz del cirio pascual, significa que Cristo ha iluminado al nuevo bautizado. Ahora en adelante ha de ser el nuevo Cristo: luz del mundo. El Cirio Pascual ha sido encendido la noche de la Pascua para representar a Cristo glorioso que con su Resurrección ha vencido la oscuridad del pecado y de la muerte. Al encender la vela del bautizado en el cirio pascual se simboliza la unión de éste con Cristo Resucitado.
Haz tu momento de oración con Dios. Busca un lugar tranquilo, abre tu corazón al Señor y exprésale a través del CREDO tu fe y tu convicción de sentirte hijo(a) amoroso de él. Que sea un espacio prolongado, dedicado, meditado y orado. No te afanes, que sea tu momento con el Señor.
6. MANOS A LA OBRA:
Crea una historia (no tan larga) en donde narres la experiencia de un joven que no era bautizado y no conocía a Dios, pero que pudo conocerlo, se bautizó y cambió su vida... Comparte esa historia con uno de tus familiares.
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