TEMA #8. QUIERO CAMBIAR
Llegaremos a la meta:
A medida que desarrolles este encuentro podrás entender: 1) Qué es el pecado y cuáles son sus consecuencias; 2) tomar conciencia del pecado que hay en el corazón de cada uno de nosotros y del mal que nos causa; 3) abrir el corazón a la misericordia y al perdón que Dios nos ofrece.
Cantemos al Señor:
Hablemos con Dios:
Señor Jesús, humildemente te pedimos que perdones nuestras ofensas y culpas, y nos concedas la luz de tu Espíritu para que seamos capaces de reconocer nuestras faltas. Ayúdanos a comprender a través del mensaje que hoy nos comunicas que debemos alejarnos del mal y buscar siempre tu luz y tu verdad. Amén.
1. ABRAMOS LOS OJOS:
La actividad de hoy es muy sencilla.
1) Busca una ventana en tu casa: procura que sea una ventana en donde al mirar por ella se pueda ver con claridad lo que hay del otro lado. mira a través de esa ventana y escribe lo que ves del otro lado.
2) Ahora cubre esa ventana con una cobija o una bolsa de basura sin que queda espacio sin cubrir. Mira ahora y escribe si logras ver o no a través de esa ventana que está cubierta.
3) Escribe las diferencias que viste al momento de mirar por la misma ventana en esos dos distintos momentos.
2. ESCUCHEMOS A DIOS:
Busca en tu Biblia el EVANGELIO DE SAN MARCOS 7, 17-23. Léelo muy detenidamente, las veces que desees y luego responde:
- ¿Con quiénes estaba Jesús?
- ¿Qué le preguntaron los discípulos a Jesús?
- ¿Qué les respondió Jesús?
- ¿Qué hace impura a una persona?
- ¿Qué sale del corazón del ser humano?
Complementa esta parte con este vídeo:
3. GUARDEMOSN EN EL CORAZÓN:
Qué es el pecado
La palabra pecado significa: manchado, sucio. Porque pecado es todo aquello que ensucia, mancha la la dignidad de la persona. Es una tendencia que habita en el ser humano y lo impulsa a ser envidioso, avaro, a querer acaparar todo, aleja a las personas de su vida, llega incluso a quitarles la vida (Caín y Abel). El pecado entonces es decir NO a Dios y a su Palabra, es alejarse de Él y cerrarse a su amor. Pero el mal que está dentro del corazón no es sólo un problema personal, ya que mi pecado afecta a los demás por el mal que hago o el bien que dejo de hacer.
Por qué existe el mal
La Sagrada Escritura nos dice que Dios es amor y todo lo creado por Él es bueno; por tanto, la experiencia del mal en el mundo es causa de la rebeldía del ser humano contra la voluntad de Dios. El libro del Génesis nos cuenta que Adán y Eva por la envidia del demonio y llevados por el orgullo desobedecieron a Dios. Así el ser humano, creado por amor a imagen y semejanza de su Creador transformó sus planes con el pecado. El pecado de nuestros primeros padres no sólo les hizo daño a ellos, sino a toda su descendencia. Es por eso que decimos que todos los seres humanos nacemos por la culpa que se llama pecado original.
Cómo se manifiesta el pecado
El pecado o mal, tiene en nosotros raíces profundas y se manifiesta de muchas maneras: en envidia, orgullo, venganza, mentira, robo, desobediencia, grosería e injusticia. Abusos que impiden vivir como verdaderos hermanos, hijos de un mismo Padre. Cada vez que el ser humano hace algo malo, mancha su dignidad y detiene su desarrollo normal de hijo de Dios. El pecado por tanto, no es sólo un acto malo o un momento de debilidad, sino un lento y continuo desvío del camino del bien que nos lleva a vivir sin Dios. Es un rechazo al amor, a la alegría, a la amistad y a la justicia entre todos.
Diferentes clases de pecado
El pecado es ante todo, abuso de la libertad que Dios ha puesto en nuestras manos. Es una elección personal y libre que hacemos contra nosotros mismos, contra el prójimo y contra Dios.
- Pecado original: tiene su raíz en la tentación que experimenta la persona de construir el mundo sin Dios. Y está presente en todos desde que nacemos.
- Pecado personal y social: todo pecado es personal en tanto que lo realiza cada uno libre y plenamente, pero todo pecado también es social en el sentido que el mal de cada uno afecta de cierta manera a los otros.
- Pecado venial: es un acto relativamente superficial que supone sólo una libertad y una voluntad débil; por eso no destruye el amor de Dios, pero sí lo disminuye y lo lleva poco a poco a cometer el pecado mortal.
- Pecado mortal: es un acto malo que la persona realiza libremente, dándose cuenta que con él se aparte de Dios, quien lo llama amorosamente a vivir su vida divina, y consecuentemente lo aparta de los hermanos.
- Pecados capitales: la Iglesia llama así a ciertas actitudes o inclinaciones que en sí mismas son fuente y origen de los pecados personales. Contra ellos, la persona debe luchar para evitar ofender a Dios; estos son:
- La soberbia: desconocer que dependemos de Dios y necesitamos de los otros.
- La avaricia: deseo inmoderado de amontonar bienes terrenos.
- La ira: actitud que nos inclina a la violencia descontrolada cuando alguien se opone a nosotros.
- La lujuria: actitud que nos lleva a buscar el placer sexual contra los criterios evangélicos.
- La gula: actitud que busca los placeres estomacales.
- La envidia: actitud que nos lleva a desear o sentir tristeza de las cualidades o bienes que otros tienen y nosotros no.
- La pereza: actitud de abandono de nuestros deberes en la vida.
¿Cómo se manifiestan los pecados capitales?
de diversas formas, así:
- De pensamiento: son los malos deseos y las malas intenciones.
- De palabra: cuando se destruye la fama y la honra de las personas: el chisme, la mentira, la calumnia. Como también las malas palabras.
- De obra: son aquellas cosas que no sólo pensamos, sino que se ejecutan causando gran ofensa a Dios y a los hermanos.
- De omisión: son aquellos que pudiéndose evitar, no hacemos nada para impedirlos.
La misericordia de Dios nos saca del pecado
Porque el ser humano se ha alejado de Dios, escondiéndose como Adán entre los árboles del paraíso terrestre. Dios quiere que luchemos contra el egoísmo y el mal. La persona debe buscar una salida a esta situación. "Buscando al hombre a través de su Hijo, Dios quiere hacerle comprender que se halla en una vía equivocada", y por eso le ofrece su amor y fidelidad como punto de arranque. Porque es la misericordia de Dios la que hace posible superar por parte del ser humano esas rupturas de infidelidad y desamor.
Iniciar el camino de encuentro con Dios es lo que llamamos CONVERSIÓN DEL PECADO. Por tanto, si el pecado aparece como sequía, que deja al ser humano con tal sed que nadie fuera de Dios puede apagarla, la conversión es apagar la sed. Si el pecado es ceguera que incapacita a la persona para ver la acción de Dios en medio de su vida, la conversión es luz. Si el pecado es muerte, la conversión es una llamada a la vida.
Terminemos este momento reflexionado un poco más sobre los pecados capitales a través de este vídeo:
4. VIVAMOS CON ALEGRÍA:
Profundiza un poco más sobre lo que es el pecado y sus fuentes con estos numerales del Catecismo de la Iglesia Católica. No se te olvide escribir la respuesta a cada pregunta.
- #1849: ¿Qué es el pecado?
- #q852-53: ¿Hay diversidad de pecados?
- #1855-61: ¿Cuándo se comete un pecado mortal?
- #1862-64: ¿Cuándo se comete un pecado venial?
- #1869: ¿Qué son las estructuras de pecado?
5. CELEBREMOS NUESTRA FE:
Busca en tu Sagrada Escritura el SALMO 50 (misericordia Dios mío por tu bondad) y por medio de él haz tu oración al Señor en donde vayas preparando tu corazón a la reconciliación y el perdón.
6. NUESTRO PEQUEÑO TALLER:
Realiza una sopa de letras con los pecados capitales y las virtudes que contrapone cada pecado, dásela a algún o algunos familiares para que la resuelva y entre todos puedan descubrir que ante cada pecado hay una virtud que debemos poner en práctica para acercarnos más a Dios:
- Soberbia... Humildad.
- Avaricia... Generosidad.
- Ira... Paciencia.
- Lujuria... Castidad.
- Gula... Templanza.
- Envidia... Caridad.
- Pereza... Diligencia.
Buena y bendecida semana para todos.
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