TEMA #19. ELEGIMOS SIEMPRE LO MEJOR
A conocer qué son las virtudes y a través de ellas observar cómo son nuestros comportamientos. Es importante que descubramos cada vez más en nosotros los dones y gracias que el Señor brinda para nuestro bienestar y la armonía con los demás y con el mundo.
- ¿Qué es un valor?
- ¿Qué valores conocemos?
- ¿Conocemos a alguien que viva verdaderamente virtuoso? ¿Cómo lleva esa vida?
Busca en tu Sagrada Escritura la PRIMERA CARTA DE PEDRO 3, 8-12. Léelo atentamente y después responde:
- ¿Qué sentimientos debe tener todo cristiano?
- ¿Qué debe hacer quien quiera ser feliz?
- ¿A quiénes mira y escucha el Señor?
- ¿Cómo aplicas este texto a tu vida?
El apóstol Pedro en su carta hace una invitación a los cristianos de su época que se puede resumir de la siguiente manera: hacer acciones positivas en relación con el hermano, es decir, hacer el bien. El ser humano es bueno porque Dios lo ha creado bueno (Ver Gn 1, 31).
A pesar de haber pecado, el
hombre en su ser siempre tiende a obrar correctamente a favor del otro. Muchos
seres humanos se han preocupado por hacer actos buenos de manera que se
realizan ellos como personas y contribuyen al otro que lo necesita.
Esa disposición habitual y firme para hacer el bien se denomina. Existen muchas virtudes, es decir muchas formas de hacer actos buenos o correctos. En algunos casos se identifican con lo que llamamos valores, que como dijimos son comportamientos o actitudes positivas con miras al bien.
Dios nos pide que hagamos el bien, que practiquemos las virtudes para poder participar de las promesas de vida que Él nos ha hecho. “El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios” (S. Gregorio de Nisa). Siendo personas de bien podemos ser buenos cristianos. Así también damos testimonio de que hemos conocido a Cristo.
Debemos tener en cuenta que vivir las virtudes no depende sólo de nuestras capacidades: las virtudes son de Dios, debemos pedirlas para poder asumirlas y practicarlas en nuestro diario vivir con relación a Dios y con relación a nuestros hermanos.
Te invitamos a que revises tu vida, a la luz de todo lo que hasta aquí hemos visto y meditado, es momento de que vuelvas sobre ti mismo (a) y descubras si estás en el camino de la virtud.
- ¿Según el Texto de Pedro que meditamos, cuál de esas virtudes y aspectos crees que te falta vivir más?
- ¿Qué cosas trae para tu vida el no vivir bien las virtudes?
¿Qué harás en esta semana para vivir bien las virtudes?
Teniendo en cuenta el texto de 1 Pe 3, 8-12, van a hacer un escudo para una de las virtudes allí mencionadas. Por ejemplo, para el amor, hace el escudo de un corazón, o para la fraternidad el escudo de dos manos estrechadas entre sí, o la virtud que tú y tu familia deseen.
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